Hace tiempo quería conocer este restaurant, donde me dicen se come tan bien! Así que una tarde combiné con su dueña, y allá fuí. Pude apreciar un ambiente cálido, acogedor, muy grato por cierto, en aquella casa que había sido de Chichí Videla y señora. Pero..., lo mejor es comenzar desde el principio.
El restaurant está situado sobre la calle La Rioja, casi Avda. General San Martín. Allí vivieron durante muchos años Raúl Nicasio (Chichí) Videla y su esposa Haydée Varela.
Chichí era hijo de una mujer encantadora, al decir de quienes la conocieron. Se trata de Doña Nica (Nicasia), quien supo tener una pensión - según me cuentan- en la casa que luego fuera habitada por la familia Mancardi y mas tarde, hasta hoy, por " Antigüedades del Rey".
Volviendo al matrimonio Videla- Varela: tuvieron cuatro hijos. Uno de ellos, Oscar, se casó con Amelia (Cachi) Tapia.
Cachi es hija de Robustiano Tapia y María Faustina Beltrán, quienes ya no viven. Tapia provenía de Roque Pérez, y arribó a Cascallares con su familia paterna, trasladándose finalmente y para quedarse, a Copetonas. Robustiano Tapia trabajó como camionero en la YPF de Copetonas hasta jubilarse .
Volviendo a Cachi y Oscar, trabajaron en diversos lugares, siempre como empleados, mientras llevaban a cabo el desarrollo de su familia. Tuvieron dos hijos, Andrea y Aldo. Mientras transcurría así la vida, fallece Chichí, y mas tarde su esposa Haydée. Esta última había manifestado su deseo de que la casa fuera para su hijo Oscar y su familia, por lo que éstos fueron a vivir allí.
De pronto, y casi de una manera azarosa, se dieron cuenta que podían abrir ahí una casa de comidas. ( De alguna manera, ya la idea había rondado en sus cabezas, desde tiempo antes y cuando aún vivían en otro lado y de hecho algo ya trabajaban en ese rubro). En 2005
se animaron, empezaron despacito, y vieron que funcionaba. Fueron haciendo pequeñas modificaciones a la vivienda, incorporando elementos necesarios para el desenvolvimiento del restaurant, y de esa manera los encontramos hoy: con una empresa familiar, con clientela que sabe cuán bien se come allí, y abriendo prácticamente todos los días de la semana. La especialidad de la casa ? Pollo arrollado con salsa agridulce, y las pastas caseras.
En definitiva: Oscar y Cachi hicieron y hacen Copetonas, cada día.
Como siempre, al terminar una nota, tengo que agradecer a aquellos que confían en mí, y en este caso a Cachi, que encantadora como es, a pesar de su trabajo, me regaló un largo tiempo, (y nos charlamos todo!!
Gracias, Cachi!!!
El restaurant está situado sobre la calle La Rioja, casi Avda. General San Martín. Allí vivieron durante muchos años Raúl Nicasio (Chichí) Videla y su esposa Haydée Varela.
Chichí era hijo de una mujer encantadora, al decir de quienes la conocieron. Se trata de Doña Nica (Nicasia), quien supo tener una pensión - según me cuentan- en la casa que luego fuera habitada por la familia Mancardi y mas tarde, hasta hoy, por " Antigüedades del Rey".
Volviendo al matrimonio Videla- Varela: tuvieron cuatro hijos. Uno de ellos, Oscar, se casó con Amelia (Cachi) Tapia.
Cachi es hija de Robustiano Tapia y María Faustina Beltrán, quienes ya no viven. Tapia provenía de Roque Pérez, y arribó a Cascallares con su familia paterna, trasladándose finalmente y para quedarse, a Copetonas. Robustiano Tapia trabajó como camionero en la YPF de Copetonas hasta jubilarse .
Volviendo a Cachi y Oscar, trabajaron en diversos lugares, siempre como empleados, mientras llevaban a cabo el desarrollo de su familia. Tuvieron dos hijos, Andrea y Aldo. Mientras transcurría así la vida, fallece Chichí, y mas tarde su esposa Haydée. Esta última había manifestado su deseo de que la casa fuera para su hijo Oscar y su familia, por lo que éstos fueron a vivir allí.
De pronto, y casi de una manera azarosa, se dieron cuenta que podían abrir ahí una casa de comidas. ( De alguna manera, ya la idea había rondado en sus cabezas, desde tiempo antes y cuando aún vivían en otro lado y de hecho algo ya trabajaban en ese rubro). En 2005
se animaron, empezaron despacito, y vieron que funcionaba. Fueron haciendo pequeñas modificaciones a la vivienda, incorporando elementos necesarios para el desenvolvimiento del restaurant, y de esa manera los encontramos hoy: con una empresa familiar, con clientela que sabe cuán bien se come allí, y abriendo prácticamente todos los días de la semana. La especialidad de la casa ? Pollo arrollado con salsa agridulce, y las pastas caseras.
En definitiva: Oscar y Cachi hicieron y hacen Copetonas, cada día.
Como siempre, al terminar una nota, tengo que agradecer a aquellos que confían en mí, y en este caso a Cachi, que encantadora como es, a pesar de su trabajo, me regaló un largo tiempo, (y nos charlamos todo!!
Gracias, Cachi!!!
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