viernes, 29 de junio de 2012

Familia Fuertes-Blanco( ellos tambien hicieron Copetonas)

Los Fuertes llegaron a Copetonas hace muchos años, desde la Madre Patria.Venían de Boisán, en la provincia de León. En realidad, quien vino primero fue Bonifacio, en 1904. Trabaja aquí y luego regresa a España. Allí se casa con Eduviges. Tienen dos hijos, ella está embarazada del tercero cuando vuelve Bonifacio a Argentina, a hacer algún dinerito para poder traer a su familia. Cuando juntó el dinero suficiente, trajo a su mujer, los niños, y a dos hermanas de  Eduviges. Eduviges y  Bonifacio Fuertes, fueron primero a trabajar al campo. Bonifacio venía de esa España, en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera, para no oponerse al régimen,( cosa que es absolutamente riesgosa ). Es que a Bonifacio le había tocado en suerte ser recaudador de impuestos, en este caso puntual, sobre las mujeres que iban a lavar sus ropas al río en día domingo -prohibido por el gobierno-..Supongo que esa tarea, en una pequeña aldea, sólo puede ser ejercida por individuos foráneos o desalmados. O ambas cosas! Cómo cumplir las órdenes, entre sus amigos aldeanos, pobres, sufridos, tironeados por el Estado, el Clero y la Nobleza?
Lo cierto es que el matrimonio ya estaba junto, en Argentina,  con sus tres hijos españoles: Anselmo, Serafín y Marcelino. Pero Marcelino fue conocido por su padre cuando tenía dos años (recordemos que Bonifacio se vino cuando Eduviges esperaba a su tercer hijo.) Y vió cúan grandes estaban sus otros dos niños: Anselmo con seis años y  Serafín con cuatro.Ya en Argentina, nacería el cuarto hijo: Bonifacio.
Despues de estar un tiempo en el campo " El Oriente", se establecieron en el pueblo, por lo que creo, en una casa que hoy ocupa la familia Muape,muy cerca de donde vive  Nilda Manriquez. Alli vendían leche, -ya que tenían unas vaquitas-,  con la ayuda de sus hijos. El tiempo fue pasando, y pusieron un almacén, " Sol de Mayo" en   el terreno de El Maragato. Tuvieron también el almacén " El Destino," (Malvinas Argentinas e Italia).  Mas tarde  se cambiaron de lugar y  se instalaron con su almacén sobre la calle Aramburu, entre Armada Argentina y Malvinas Argentinas, en el cual estaba al frente Serafín,  hasta que en 1963 o 64 lo vendieron a César Strambi y a los Hnos. Tito y Cholo Llanos.Yo recuerdo que en esa etapa ya estaban mayores.
Sus hijos se casaron, y tuvieron a su vez descendencia.
Serafín se casó con Benedicta (Nery) Beltrán, y ambos fueron padres de Marta y Jorge (mellizos), y Silvia. Jorge es el Delegado Municipal de Copetonas.
Marcelino se casó con Olga Castro y tuvieron una hija: Silvia.
Bonifacio ( Coco) se casó con Guillermina Abraham y tuvieron  tres hijos: Bonifacio (Grillo), Pablo, y Verónica.
Y dejé para el final a Anselmo, que era el mayor de los hermanos, porque de él y la familia que formó me ocuparé a continuación.
En fin, que esta historia, pintada a grandes pinceladas, era necesario contarla, a modo de introducción de la que viene ahora.

Anselmo se casa con Ana Blanco ( hija de doña Amalia Garcia y de Serafín Blanco), y se radican en Lin Calel. Allí pone negocio de barraca, -compra de cueros, lanas, etc.-, asociado con Tomás Merlo.
El negocio se llamó " Las dos Naciones", aunque no se bien porqué. Tomás era hijo de italianos, Fuertes de españoles, y vivían en Argentina...
Con el tiempo, la sociedad se disolvió. Para ese entonces, Anselmo y Ana habían tenido a su única hija, Teresita.
Anuncio aparecido en LA ARGENTINA,
en su edición del 18 de marzo de 1948.
Hoy Anselmo ya no vive, al igual que Marcelino y Serafín, y Ana se estableció en nuestro pueblo, desde hace años. Comparte sus días con su hija y su hermana Coca Blanco de Pippig, y está guapísima.

Gracias, Ana, por permitirme compartir esa vida con todos los lectores! Y gracias por el cariño!
Y gracias también, a Jorge Fuertes, que me entregó parte de esta historia.
Como siempre digo: Cuando se trata de inmigrantes, todas son parecidas, pero todas son distintas.
Hago incapié, hoy, en el esfuerzo y el tesón de Bonifacio, el Patriarca de toda esta familia, por traer a los suyos a esta tierra, donde estaba seguro, habría un gran porvenir.

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