Este es, papá, el libro que no fué.Te acordás con qué ilusión, con qué entusiasmo, plasmaste tus recuerdos en un cuaderno? Yo no podía permitir que se perdiera todo eso ,y decidí empezar este blog, en homenaje a tus hermosos 91 años, por tu vida honrada y también por la de mamá, que desde algún lugar nos acompaña.Ojalá, papá, así lo entiendas.Será como entender mi corazón. (Aquí también mi homenaje a tantos hombres y mujeres que HICIERON Y HACEN COPETONAS)
martes, 1 de abril de 2014
2 de Abril. Nuestros Héroes
Estas líneas están dedicadas a todos los héroes de Malvinas, pero muy especialmente a los dos copetonenses: Adalberto Blas Fernández y José -Kuki- Andersen.
Muchachos, jóvenes, que de pronto, se vieron involucrados en una guerra. Argentinos de trabajo, o estudiantes, miembros de una sociedad pacífica como la que caracterizó siempre a nuestra Nación.
Recordemos que estos jóvenes soldados conscriptos, vivían como gente de provecho, con sus ilusiones, su familia, sus amores, sus sueños...
Y de pronto, el absurdo de este conflicto bélico internacional, nacido de una mente trasnochada .entorpecida por el alcohol. La mente de alguien que rige los destinos de un país, cuyos habitantes no le importa.
Y allá fueron, jóvenes sin instrucción militar, ni armamento adecuado, ni ropas de fajina para afrontar un clima gélido como el de las islas, ni siquiera con la seguridad de tener suficiente comida, caliente y abundante. Por el contrario, se supo después, que sus superiores los castigaban no dándole alimentos.Y cuando todo terminó, vimos, con el corazón apretado, que muchos de estos compatriotas sólo calzaban zapatillas tipo "Flecha" ( esto sólo como un ejemplo.) ES QUE EL VERDADERO ENEMIGO ESTABA CONVIVIENDO ENTRE NOSOTROS Y ERA ,TAMBIEN, ARGENTINO.
Nuestros muchachos, con su corta edad, se recibieron de Hombres en las Islas Malvinas. Lloraron, sufrieron todo tipo de privaciones y vejámenes, pero dieron muestra de un coraje enorme que el mundo admiró.
Y algunos tuvieron que quedarse para siempre allí, cuidando esa tierra fría y lejana .Otros, con laceraciones en su cuerpo y en su alma, pudieron volver.
Cada año, trato de acompañarlos en el lugar en que me encuentre, y veo que ninguno de ellos habla con resentimiento .ESA ES OTRA MUESTRA DE GRANDEZA. Hace como dos años publiqué en este blog, que Copetonas no hubiera querido tener héroes ( y le agradezco a quien tomó esas palabras y las utilizó en su discurso en el Centenario del pueblo.), pero los héroes fueron, y están para orgullo nuestro. Porqué no hubiéramos querido héroes? porque ser héroe presupone un sacrificio, una entrega, un dar algo grande por la Patria; a veces hasta la vida.
Ahí están, pues. No en el bronce, ni en el nombre de una calle o ciudad, o en los libros de historia... Están entre nosotros, son de carne y hueso, como nosotros. Aman, ríen y sufren, como nosotros, los que no tuvimos que ir a la guerra.
La única diferencia, lo que nos separa es que ellos no deben agradecernos nada, nosotros a ellos, todo.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!!
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