Empiezo desde muy atrás, cuando el español Martín Lacha casa con Ramona La Rosa, ésta presumiblemente, criolla. Vivían en Cascallares, y Don Martín era recibidor de granos. Cuando su hija María tenía apenas un año, se trasladaron a Copetonas. Corría 1912.
Y es cuando se empieza a escribir esta historia...
Qué Copetonas encontraron? Un pueblo incipiente, que recién se loteaba, con ranchos dispersos? Acaso ya se atisbaba la población de aquellos -supuestos -5.000 habitantes, que algunos estiman por esos años de alborada pueblerina ?
El tiempo pasó.
María creció y se casó con Valerio Villarreal. Crearon una muy numerosa familia. Ella fue ama de casa. Él, trabajó con las bolsas, en los silos, y también fue al campo, cuando la ocasión se presentó como interesante. Había que llevar la comida a la mesa, pues sus 11 hijos lo demandaban.
Contamos, pues, los vástagos: Ema, Martín, Elvira, Erminda, Teresa, Carlos, Reynaldo (Negro), Valerio (Pelé), María Ester, María Eva, y la última, la pequeñita, Marta.
Vivieron sobre la calle Misiones, casi Independencia ,pegadito a los Poulsen.
Ya no viven todos. Ni mamá María ni papá Valerio , y de sus hijos sólo quedan cinco . Están repartidos, como tantos copetonenses que han salido al mundo, entre Tres Arroyos y Mar del Plata.
Pero todos ellos, ténganlo por seguro, hicieron Copetonas!
Enlace Lacha- La Rosa |
Valerio Villarreal, en sus años mozos. Su hijo Pelé, se parece enormemente a él. |
Aquí, Don Valerio, con su esposa Doña María, quien tiene en brazos a su hijita María, y al pie, el Negro y Pelé. |
Acá,cuando María cumplía 70 años A su lado , todos sus hijos: menos el mayor, que ya había fallecido. Carlos, Marta, Elvira, Pelé, Eva, María, Teresa, Negro, mamá María, Ema y Erminda. |
Aquí, María Lacha y Valerio Villarreal. |
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