domingo, 29 de mayo de 2011

OVNIS en el pueblo?

En estos días que estuve en Copetonas, se hablaba mucho de "extrañas luces" que surcaban los cielos bonaerenses; y sobre todo en Berazategui, según refería la televisión. Se puede creer o no en seres de otros mundos; pero en lo que todos estarán de acuerdo es en que hay al respecto grandes misterios que muy probablemente el Hombre no llegue nunca a develar.
Animada por tanto entusiasmo colectivo, me propuse seriamente que al llegar a Miramar, escribiría sobre una extraña experiencia que viví en mi pueblo.
Antes de contarla, quiero aclarar unas cuantas cuestiones; ( parezco un reo condenado defendiéndose, no?) :
Punto uno: creo que es posible la vida extraterrestre, pero no soy fanática del tema.
Punto dos: experiencias del tipo de "estar viajando por una ruta, aparecérsele una luz blanca muy intensa, pararse el motor, y cuando la luz se aleja, volver a marchar el motor, solo", tengo, referidas por diversas personas, entre ellas, mi tío Galo, que con su camión cubría el tramo desde el pueblo a Bahía Blanca, por la ruta 3.
Punto tres: hace muchos años, estábamos con mis padres tomando fresco en la vereda, en una de esas agobiantes noche de verano, y vimos en el cielo, pasar, sin ruido, 3 objetos plateados , de manera paralela, que se los " tragó" la tierra literalmente. En esa oportunidad, mi padre le comenta al otro día a su hermano Miguel, y éste no lo podía creer. Por ello, lo invita a esperar esa noche la pasada de estos extraños objetos ,-es decir, si volvían a pasar-, y a la noche, ahí estábamos todos, inclusive tío Miguel, cuando otra vez, en la misma dirección, y sin ruido vuelven a pasar esas luminosidades. No puedo repetir las imprecaciones de mi tío, al verlas!
Y ahora les cuento lo que viví, en octubre o noviembre del año pasado, en Copetonas:
Era de noche, temprano, y ya cenada, me fuí a la cama. Estaba yo sentada, escribiendo; la cama queda de manera paralela a la ventana, cada una en sendas paredes.
De pronto, algo llamó mi atención, ( nunca supe qué), que me obligó a girar la cabeza hacia la izquierda, donde está la ventana. Y ahí estaba una luz blanca, pequeña, como esa redondita roja que queda encendida en algunos televisores, pero ésta irradiaba una luminosidad extraordinaria. Ningún sonido, sólo luz.
Claro que me asusté! Mi primer pensamiento fué que me estaban mirando desde afuera. Apagué el velador y me deslicé en la cama, bien tapada. Inmediatamente ví que esa luz seguía, así que me incorporé otra vez, encendiendo de nuevo el velador. Esa acción, y pensar, en medio del susto, que debía ir a mirar con cautela por la puerta de entrada, fué sólo uno. Cuando iba a bajar las piernas para calzarme, la luz, siempre silenciosa, se deslizó de manera horizontal lentamente, y desapareció. Quedé un rato impresionada por el hecho, y al final, me dormí. Eso sí, al otro día al incorporarme estaba mareada.
He examinado el episodio una y mil veces, desde el raciocinio.
Y he llegado a la conclusión que algo muy extraño estaba en mi ventana. Vehículo,- coche, camioneta, etc.-, no era, porque no había sonido alguno. En el pueblo, a la noche, no se escucha ni un ruido, tanta es la paz que hay. Por otro lado, la ventana de papá, alta, metálica, tiene una parte de celosía, ( ese sistema de tablillas usado por los árabes en España para que nadie pudiera ver a sus mujeres desde el exterior). Esas tablillas, en la ventana de papá, no permiten el paso de ninguna luz, ni siquiera la luz de los vehículos que circulan por el frente, a poquísimos metros. Y otro detalle: por donde apareció esa intensa luz blanquísima,es precisamente en la parte superior donde no hay mas que chapa ciega, es decir, no hay celosía.
Cada vez que voy a Copetonas, al acostarme, por las noches, paso largo rato analizando la ventana, y compruebo, una y otra vez, que no pasan las luces de los faros vehiculares, y que cualquier pequeño sonido sí lo escucho: auto, animales, personas que caminan por la vereda, etc.
Y para concluir: en aquellos días, unos policías habían tenido un encuentro con OVNIS cerca del Quequén Salado.

sábado, 28 de mayo de 2011

Todos ellos hicieron Copetonas




En lo de Erreguerena: entre otros, el Vasco,


Mandarino, Bugallo, Casado, Aristegui, Sosa.



Comunión de Nora Erreguerena



Nora y Coco Moape


Lluvia ; pleno centro


Cena en homenaje a los profesores del ISA

que trabajaban sin cobrar sueldo.


Serna, Vasco Erreguerena, Pipig. Atrás:
Vasco Casado, Lito Andersen y Gallego Prieto.


Casado, Quiquín, Araujo, Lito Andersen,

rodean al Vasco Erreguerena, entre otros.



Campeones! 1964



El cartero


Los 60 de Nora, junto a caras copetonenses,

que hoy viven en Mardel.
Carrera de sortija motorizada: Beatriz Videla



Los 48 del Vasco Erreguerena: entre otros:

Gallego Prieto, Pequeño Bugallo, Casado,

Vasco Ostiza y Cholo Bugallo.


Asados de Walter Araujo: amigos y festejos



Nora y su seño, en 3°



Estas fotografias pertenecen a Nora Erreguerena. Son de una riqueza extraordinaria, ya que no sólo muestran una época maravillosa, sinó que me permiten decirle al lector, que TODAS LAS PERSONAS QUE EN ELLAS APARECEN, TAMBIEN HICIERON COPETONAS.




Gracias, Nora, por compartirlas con los seguidores del blog!!!

viernes, 27 de mayo de 2011

La historia en imágenes (13)

Frente al almacén de Lera
Almuerzo popular en Copetonas

Asados del cincuentenario.

En la foto, mi tío Galo Hernández.


Los reconoce?



Muchos son fácilmente reconocibles...



Desfile, cuando aún había carruajes tipo galera.




Cuantos amigos, pasándola bien!!




Qué pasaba ?

En el bar de Pablo Hosgaard.




Accidente en las vías.

Nuestra estación, y nuestro tren.





Carnicería La Gracielita, y Casa Murúa.



Taller Protegido



Chicos copetonenses con el 10

Tuvimos tantas inundaciones, que

nos hicimos lancheros!!



Gracias, Mauricio Scoccia, una vez más!!






Notis breves de Copetonas (2)

Ya están trabajando en el trazado del camino que será la ruta 72, por detrás del pueblo. Queda a unos 50 metros de la otra cinta asfáltica que corre cerca de los galpones del ferrocarril.


Los alumnos del 5° año del ISA están trabajando, junto a otras personas, en la restauración
del rancho de Piqüiqui Martínez, de cara a los festejos del centenario de Copetonas.


Sigue sin aparecer una foto de Copetonas en la terminal de Tres Arroyos. A quien debemos rogarle para que coloquen una, junto a las de Claromecó, Lin Calel, San Francisco, Orense...?


Falleció en Tres Arroyos, a la edad de 85 años, Arturo Jensen, el 23 de mayo de este año.Su pérdida es muy lamentada, no sólo en Copetonas, sinó también en Reta, donde residía.

Comunidad árabe (ellos también hicieron Copetonas)




Quiquín y sus hijos




Quiquín



La colectividad árabe en nuestro pueblo fue numerosa. Casi todos eran sirios-libaneses.* Seguramente, atraídos por la pujanza de la localidad, que crecía fuertemente, acompañando el latir del agro en nuestra patria. Casi todos trabajaron inicialmente en el campo, como estibadores ( o bolseros). Trabajo muy duro, que requería de brazos fuertes y espaldas y piernas aguantadoras. Quisimos hacer un homenaje a aquellos hombres de trabajo, que venían de una tierra lejana y que tenían, muchos de ellos , además de otra lengua, otra religión.


Mi padre recordaba que había una cuadrilla completa de árabes, y me aportó algunos apellidos.


Pero para completar el informe, fuí a preguntar a Ali Musa (Quiquín), hijo de un sirio. Y con él, confeccionamos la lista que aparece a continuación, que seguramente está incompleta, ¡ son tantos años!, pero aceptamos agregados si alguien quiere aportar datos.




Alí Musa, (capataz de cuadrilla). Padre de Quiquín, fue uno de los fundadores del Hospital Sirio-Libanés. Había nacido en Damasco. Se casó con Florencia Cejas. Tuvo seis hijos. El primero de ellos fué una niña, que falleció y fue enterrada en Tres Arroyos, ya que si depositaban sus restos en el cementerio de Copetonas, ella iba a inaugurarlo. ¡ Triste privilegio de ser el primero enterrado en un cementerio! Por eso su mamá no quiso que estuviera solita en el camposanto y la llevaron a la vecina ciudad. Luego nacerían Diva, Sofía (Quita), Omar (Quito), Alí (Quiquín) y Sado. De todos ellos, hoy sólo queda Quiquín. Éste se casó con Fasmed Ullos, quien ya no vive, con la cual tuvo tres hijos: Irma, Liliana y César Roberto (Perico). Hijos que lo han hecho varias veces abuelo, y que alegran sus días. Tiene una hermosa familia.


Ramón Alí, segundo capataz de cuadrilla. Pudimos rescatar de la memoria, el nombre de tres de sus hijos: Pedro, Oscar (Cacho) y Querido.


Salen (aún hay descendientes en el pueblo)


Mustafá Tigriti, quien se marchó soltero a su país.


Isa Padua, que con los años, fue lechero a domicilio. Éste se casó con una joven familiar de Salen, y tuvo tres hijos: Marta, Jorge y Carlos.


Pedro Baduí, también llamado el Turco Chancleta, ya que tenía siete hijas.


Turco Pistola, (no hay otros datos)


El chanfleador (parece que tiraba la bolsa chanfleada)


Pico de loro, ( no hay otros datos)


Miguel Abraham, (es probable que haya descendientes en Copetonas y Reta)


Pedro Alí, llamado el Viejo Pedro.


Mohamed Hasmad Ullos. Se casó con una joven de la familia Avalos, y tuvieron a Lela, Sara, Fasmed (que sería esposa de Quiquín), Diva, Said (Chilón), Manuel y Amado Ávalos -con otro apellido porque su padre estaba en Paraguay al momento de asentarlo.- Amado lleva entonces el apellido de su madre.






*Los primeros árabes vinieron del ex- imperio otomano a fines del siglo XIX y principios del XX, sirios y libaneses, musulmanes y cristianos.


Empezaron trabajando de peones y al poco tiempo eran pequeños comerciantes, llevando su negocio a cuestas.Inventaron el crédito con libreta y fueron los precursores de los supermercados. La inmigración europea era cada vez mas numerosa y allí se decía que aquí se juntaba la plata con pala en las calles. Los libaneses que estaban en Europa, no tardaron en escribir a sus paisanos para venirse, y de allí se embarcan para este continente.Eran racial y religiosamente distintos a todos.


Ya aquí, se incorporaron como peones. En corto lapso de tiempo, aprendían algunas palabras en español y cuando no trabajaban, -por lluvia o por que no había materiales-, compraban con sus ahorros algunas mercaderías de tienda o mercería, y salían a vender, por los barrios o los campos, al principio a pie. Fueron los primeros en llevar la mercancía al hombro, llevando lo que eran artículos de primera necesidad: jabones, toallas, tela de sábanas, colonia (agua florida), peines, talco,puntillas, botones, etc. Algunos se animaron a cortar también el cabello de damas, caballeros y niños. En esos tiempos las mujeres se cortaban el pelo en las peluquerías de caballeros, y muchas por pudor, se resistían a ello y preferían no ir.



Gracias, papá, gracias, Quiquín!!





miércoles, 25 de mayo de 2011

Boliche del PATA de PALO





Arriba, a la izquierda, el mate con "colita"



que fue el ´primero que compró papá.



















Estuve en estos días en Copetonas, apenas una semana que se redujo a... casi nada, ya que los días son muy cortos y nos quedábamos con papá calentitos adentro, sin madrugar mucho, y cenando muy temprano. No pude dar ni una vueltita por el pueblo, ni visitar amigos: si iba una vez y no estaban, ya no podía volver. Definitivamente, no me alcanzó el tiempo. Y muy pocos datos nuevos pude recoger. Nos poníamos a conversar con papá, quien demasiado rápido va perdiendo la memoria, y a mirar- por ejemplo-, su colección de mates. Y mostrándome el primero que compró cuando aún no sabía que los coleccionaria alguna vez, recordó cómo lo consiguió: era soltero aún, e iba de Irene a Cascallares a caballo, por un camino de tierra, mucho antes de que se hiciese la ruta 3. Paró para refrescar el caballo y descansar un poco, en el boliche de campo del "Pata de palo", quien en realidad se llamaba Donato Diez, (el nombre lo supo muchos años después) y que resultó pariente de Bernardino Diez, que tenía en Copetonas horno de ladrillos. En lo del "Pata de palo", papá tomaba siempre una copita de caña de durazno, cuando le tocaba pasar por allí. Y en esta oportunidad, en el interín, divisó una bolsa de red de grandes agujeros, donde se observaban muchos mates de calabaza, pero con colita (o manija), todo en una pieza. A papá le gustaron y se compró uno. Tampoco sabía papá en ese momento, que lo usaría, desde que se casó, y durante mucho tiempo , porque era el único que tenían.
Como soy curiosa, ya se me despertó el afán de saber si había mas boliches de campo por esos caminos de Dios que cada tanto mi padre recorría. Entonces recordó un almacén de campo, de ramos generales, llamado" Marcos Paz ", que había yendo para Pringles. Y otro, llamado" Boliche de chapa", mas cerca de Irene.
Es muy probable que nada, ni su huella en el suelo, quede de ellos.



Acompaño estos comentarios, con imágenes de la colección de mates de papá.

domingo, 15 de mayo de 2011

Familia Hernández - La Porte (ellos también hicieron Copetonas)

Juan Víctor,Graciela, Vanesa y Thiago

(bebe) y Franco.


Graciela, Franco (campeón mundial de Taekwon-Do, I.T.F.)

y María Eva Bonini

Franco, el menor de los hijos de Graciela

a la entrada del pueblo.

La hermosa familia de Graciela:

Franco, Juan Víctor, Graciela, Vanesa y Thiago.

Tata y Susana Serna
Tata frente a su casa natal

Francisca (Pancha) Laporte de Hernández

Graciela (Tata)

Graciela bebe


Graciela y los 6 años de Thiago, su nieto.

Mirta Hernández de Bugallo

La mas alta, Sonia Sorensen,con Graciela otros amiguitos


Graciela y su hermana Elba




Graciela en la escuela N° 25, con

distintos compañeros.


Galo, en sus  84.
La familia no está completa, faltan fotografías de Susana y Ruben  ; pero veremos si podemos conseguirlas.