lunes, 16 de diciembre de 2013

Incendios en campos copetonenses...



COPETONAS


16.12.2013 : EL SINIESTRO COMENZÓ A LAS 8.20 Y, CUANDO PARECÍA CONTROLADO, UN GIRO DE LOS VIENTOS ALIMENTÓ LAS LLAMAS HASTA TRANSFORMARLO EN UNO DE LOS PEORES ANTECEDENTES QUE RECUERDAN LOS BOMBEROS DE LA LOCALIDAD. UN LLAMADO A TIEMPO PARA UNA COLABORACIÓN CONJUNTA CON NUEVE DOTACIONES DE TODA LA REGIÓN AYUDARON PARA QUE TODO ESTÉ CONTROLADO EN POCO MENOS DE 10 HORAS
       





La agobiante jornada de ayer será recordada por los bomberos de esta región.
Comenzó por la mañana, con incendio de pastizales en un campo que se controló en poco menos de una hora. Rastrojo, trigo y varillas del monte habían iniciado el fuego.
Sin embargo, cuando la situación había sido controlada por los bomberos de Copetonas, un giro en el viento hacia al sur, le dio cuerpo a uno siniestros más graves que recuerda el titular de ese destacamento, el principal Alejandro Rusbert.
Ocurrió en un camino rural ubicado en dirección a la Cueva del Tigre, en la zona del Paso del Médano, precisamente en el sector de Las Cuatro Esquinas, entre Copetonas y el Balneario Reta. 
Tal como informó el titular del destacamento copetonense, si bien el inicio del fuego se dio ahí, un cambio del sentido del viento hacia el sur, hizo que las llamas comiencen a avanzar en dirección a la ruta 3, "esto se extendió hasta que logramos pararlo en la zona del Puente Viejo. De ahí, se pasó a una zona que comprendió campos vecinos", recordó el servidor público en diálogo con La Voz del Pueblo.
A pesar que todavía resultaba prematuro estimar la cantidad de campos que afectó el siniestro, Rusbert aseguró que el fuego alcanzó a dañar entre 4000 y 5000 hectáreas que se iniciaron en el establecimiento rural "El Yeré" y anoche ya se consideraba "medianamente controlado".
"(El fuego) está medianamente controlado, nos quedan algunos bolsones que están en manos de la gente, son unos montes en donde todavía se está trabajando", explicó el oficial principal antes de informar que son nueve los cuarteles que están afectados a este servicio en la zona entre los que se encontraban miembros de Oriente, Reta, San Cayetano, Orense, Coronel Dorrego, Coronel Pringles, Claromecó y Tres Arroyos y el de Copetonas, compuesto por 15 bomberos que anoche componían la guardia de cenizas con dos unidades en el campo y la designación de una tercera para la zona urbana de la delegación.

La lucha
Para sofocar las llamas, hubo que movilizar decenas efectivos y administrar la ayuda externa de los bomberos, que vino por igual desde el sector público y privado, "fue algo grandísimo y se utilizó una inmensa infraestructura. Además, tuvimos el apoyo de empresas privadas como ASP, la intendencia, la Secretaría de Seguridad, de Inspección, del área Vial Rural, todos nos dieron su apoyo con niveladoras que todavía están trabajando y sirvió para frenar el fuego", detalló el titular de los servidores públicos, sin intenciones de olvidarse de nadie.
Con el viento soplando del sur a buen ritmo, crear una estrategia fue el desafío, "consistió en tratar de cortarlo para que no siga avanzando. Pero la rotación del viento nos afectó mucho", comentó Rusbert haciendo referencia a los trabajos posteriores al giro del viento hacia el sur, tras las primeras ráfagas del norte, con las que se inició el siniestro a las 8.20. Precisamente, ese giro hacia el sur ocurrió una hora más tarde, con una velocidad continua de 22 a 25 kilómetros. Cuando rotó el viento se llamó a Tres Arroyos y comenzó una tarea de coordinación clave.
Posteriormente, la Dirección General de Bomberos que funciona en San Cayetano, dispuso los arribos de los refuerzos desde Claromecó, Coronel Pringles y Orense, hasta terminar en el operativo con nueve autobombas activas que lograron controlar el fuego tras el 10 horas de arduas labores, se indicó.

Guardia y atención
Anoche, la guardia de cenizas la realizaban los bomberos de Tres Arroyos y Copetonas, mientras que se continuaba con la colaboración todavía activa en las últimas horas de la tarde por parte de San Cayetano, Coronel Pringles, Oriente y los citados de Copetonas y Reta, mientras que Claromecó ya había regresado.
"Lo que se trata de hacer es no generar demoras en el pedido de colaboración. Uno sabe que con la sequía y los vientos que tenemos no nos perdona nada", afirmó Rusbert, quien ante la consulta, indicó que no hizo falta refuerzo aéreo, "es algo que, por supuesto no hubiera estado de más, pero si a esta hora (por las 19) se habla de que ya se pudo controlar, estuvo bien. Ya que nosotros, cuando vimos como estaban las cosas por la mañana, nos imaginamos que íbamos a trabajar toda la mañana, tarde y noche", estimó.
Antes de terminar, Rusbert hizo referencia a la preocupación que generó en los bomberos asignados la responsabilidad de combatir un incendio de esa magnitud, "con esta sequía, ante este tipo de incendios, como bombero, te preocupas enseguida porque no sabés cuando va a parar o te va a rotar el viento y se te vuelve todo para atrás el trabajo que estuviste haciendo hasta ahora", señaló el jefe de los Bomberos copetonense desde el año 2005 e integrante de ese equipo de servidores públicos desde el año 1999, razón por la cual su observación en el cierre se hace más valiosa, "este debe ser uno de los incendios forestales más importantes que nos tocó vivir. Uno de los que más cantidad de cereal en pie tenían", recordó.
Por su parte, Rubén Maclean, del Cuerpo de Bomberos de Tres Arroyos, informó que la guardia por el incendio de Copetonas con todo el personal activo, comenzó a las 12 del mediodía con el toque de sirena y, tras la comunicación vía celular con el personal, partió a las 12.15 rumbo a la delegación tresarroyense.
Desde nuestra ciudad salió una autombomba llena de agua que tardó en llegar 45 minutos a Copetonas y formó parte de la clave para ganarle la batalla a uno de los incendios más graves de los últimos 15 años en esta región.
 Fuente: La Voz del Pueblo

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