El Dr. Adolfo Beato sólo vivió 10 años en nuestro pueblo, pero su labor en pro de la educación pública, ha sido fundamental.
Adolfo Beato era pampeano, pero residía en Buenos Aires. Se casó con la señorita María Elena Raggio, de la ciudad de Oriente, cuyo padre era médico.
Ignoro las razones por las cuales eligió a Copetonas para poner su consultorio odontológico, pero ejerció y vivió allí entre 1960 y 1970. Ocupaba la casa que originalmente había sido de Morelli, sobre calle España entre Catamarca y Malvinas Argentinas. Luego se radicó en Tres Arroyos donde siguió atendiendo a sus pacientes copetonenses, de los cuales muchos de ellos, hijos y nietos son pacientes hoy del Dr. Adolfo Beato (h), quien eligió la misma profesión que el padre.
Volviendo al Dr. Beato padre, son muchas las personas que lo recuerdan como dentista; pero aún mas, si cabe, se lo rememora por su plena participación en la creación del colegio secundario y su entrega desinteresada para llevarlo adelante. El colegio se inauguró el 11 de marzo de 1963. Significaba mucho para nuestra localidad contar con una escuela secundaria, y cierto es que para lograrla hubieron de unirse muchas voluntades y esfuerzos. Viajes innumerables a la Capital ( porque ya se sabe: Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires), tropiezos, consultas, trámites interminables, ... y al fin!, comenzó a funcionar en la escuela Nº 25, por las noches, hasta el 3º año. Con esfuerzo colectivo, se pudo comprar el edificio donde funcionaría, -hasta entonces había sido la Clínica Copetonas, del Dr. Del Valle-, y en 1968 comienzan a dictarse las clases allí, con el Dr. Beato como Rector. Al principio era el Dr. Campaña designado para ese cargo, pero no llega a asumir, renuncia , y entonces es designado el Dr. Beato , quien acepta el desafío y trabaja desde su lugar sin desmayo para lograr el crecimiento permanente del establecimiento educativo, y con él, el de los jóvenes que allí estudiaban. - Recién cuando el Dr. Beato se retira, le sucede el Dr. Néstor Campaña, a éste la prof. Susana Locatelli, de Tres Arroyos, y luego, al año y medio, a raíz de su fallecimiento , le sigue Teresa Lo Presti, hasta hoy-
Fueron muchos los profesores que al principio, impartían clases sin cobrar un sólo peso: Ana María Peregalli, Betty M. Suizán, Elsa L. de Vaskoboinik, Ethel Fernández de Vaskoboinik, Ida Arico, María Ester S. de Pescader, Marta Thomas, Nélida Berrutti, Dr. Néstor Campaña, Omar Vaskoboinik, Rodolfo Wez y Dr. Beato. Muchos de ellos viajaban desde la zona circundante, y sólo se le ayudaba con los viáticos para los viajes, o se los llevaba en vehículos de padres, y en el caso de Wez, se le acomodaban sus horas en sólo dos días semanales, ya que viajaba ¡ desde Bahía Blanca!
Todos esos nombres, y seguramente algunos más, deben ser recordados con enorme reconocimiento, por lo narrado, y por el nivel educativo muy alto al que se llegó, que siempre fue reconocido por los establecimientos de la zona. Nivel, que, debo decirlo, se mantiene hasta el día de hoy.
Con respecto al Dr. Beato y su labor dentro del colegio, qué mejor que plasmar aquí lo que sus alumnos y algún profesor cuenta de aquella época:
"En un acto, en donde sólo había 2 profesores, apareció por primera vez la Inspectora. El Dr. Beato tuvo que preparar el discurso en un almanaque, que ocultaba en la palma de su mano, para que los demás no se dieran cuenta que lo leía. Al final todo salió bien y la Inspectora lo felicitó por la enseñanza que brindaba" (Ethel Fernández de Vascoboinik)
"En una clase de Botánica nos habían pedido que lleváramos distintos tipos de hojas, y a un compañero se le ocurrió llevar una hoja de toscano. Al terminar la hora, en el recreo, lo prendimos y lo fumamos...Como había quedado mucho olor, tuvimos que abrir todas las ventanas. Cuando llegó el Profesor Beato, estábamos todos sentados y muertos de frío, porque era invierno, y aunque sintió el olor él se hizo el desentendido y seguimos adelante con la clase. El castigo fue leve...sólo recibimos unos retos."(Irma Monforte)
"Una de las cosas que no se podía hacer, era comer en clase, pero nosotros teníamos la costumbre de llevar mandarinas y comerlas en el salón. Un día, una compañera mía, Stella Martínez, estaba comiendo una, y le pedí otra. Yo estaba sentada en primera fila, frente a la ventana y al profesor; cuando Stella tiró la mandarina yo no alcancé a agarrarla, y pegó contra la ventana y se reventó. El profesor escuchó el ruido y sintió el olor, pero no se dió cuenta de lo que había pasado...hasta que vió la mandarina reventada en la ventana!" (Irma Monforte)
"Noche de invierno. Frío. Ultima hora; materia: Historia. Profesor Dr. Adolfo Beato. Tema: Revolución Francesa. Alumno elegido: Arnaldo Emanuele.
Dijo el Dr.: a ver, Emanuele, cuénteme sobre la Revolución Francesa. El "Negro", como lo apodábamos, comenzaba:¨El pueblo agobiado por los impuestos que había decretado el Rey Luis XV decide rebelarse y toma La Bastilla donde estaban los presos políticos¨. Y punto, no se acordaba más. Por mas de cuatro clases, el Dr. Beato intentó que aprendiera algo mas, pero no lo consiguió y desistió!"( Mirta Ostiza)
Y precisamente es Mirta Ostiza quien me escribió sobre el Dr. Beato: "Cuando terminaba la jornada, saludábamos a la Bandera, y él, después de haber trabajado todo el día en su consultorio, a pesar de estar cansado, nos acompañaba, estoicamente, día tras día. Correcto, comprensivo, aunque era joven, y teniendo la responsabilidad de llevar adelante el Colegio Secundario, recién iniciado, siempre la luchó, puso todo de sí. Era rector, profesor, compañero, consejero, y aún a la distancia, como se acostumbraba entonces, amigo.
Eramos pocos, pero sabía quien se podía copiar o pedirle ayuda al compañero en los exámenes; muchas veces nos cambiaba de lugar.
Creo que tuvimos la suerte de tenerlo como Rector, siendo la mayoría de los alumnos poco mas que adolescentes porque nos enseñó mucho, principalmente a dar los primeros pasos en la vida como adultos" (Mirta Ostiza)
Cuando El Colegio Secundario Almafuerte (ISA) cumplió 25 años de vida, se organizó un acto de reconocimiento para las distintas personas que habían hecho posible la creación del mismo y su desarrollo. Y fue precisamente Mirta Ostiza quien le hizo entrega al Dr. Beato de una distinción, además de lo antedicho, por haber sido EL PRIMER RECTOR DEL ISA.
El Dr. Adolfo Beato falleció en 2007, su esposa está jubilada. Su hijo ejerce en Tres Arroyos y Capital Federal, desde hace 26 años.
Pero quiero decirle a ese hijo , que su padre , merced a su entrega para con mi pueblo, ha entrado por la puerta grande de la Historia de Copetonas.
Adolfo Beato era pampeano, pero residía en Buenos Aires. Se casó con la señorita María Elena Raggio, de la ciudad de Oriente, cuyo padre era médico.
Ignoro las razones por las cuales eligió a Copetonas para poner su consultorio odontológico, pero ejerció y vivió allí entre 1960 y 1970. Ocupaba la casa que originalmente había sido de Morelli, sobre calle España entre Catamarca y Malvinas Argentinas. Luego se radicó en Tres Arroyos donde siguió atendiendo a sus pacientes copetonenses, de los cuales muchos de ellos, hijos y nietos son pacientes hoy del Dr. Adolfo Beato (h), quien eligió la misma profesión que el padre.
Volviendo al Dr. Beato padre, son muchas las personas que lo recuerdan como dentista; pero aún mas, si cabe, se lo rememora por su plena participación en la creación del colegio secundario y su entrega desinteresada para llevarlo adelante. El colegio se inauguró el 11 de marzo de 1963. Significaba mucho para nuestra localidad contar con una escuela secundaria, y cierto es que para lograrla hubieron de unirse muchas voluntades y esfuerzos. Viajes innumerables a la Capital ( porque ya se sabe: Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires), tropiezos, consultas, trámites interminables, ... y al fin!, comenzó a funcionar en la escuela Nº 25, por las noches, hasta el 3º año. Con esfuerzo colectivo, se pudo comprar el edificio donde funcionaría, -hasta entonces había sido la Clínica Copetonas, del Dr. Del Valle-, y en 1968 comienzan a dictarse las clases allí, con el Dr. Beato como Rector. Al principio era el Dr. Campaña designado para ese cargo, pero no llega a asumir, renuncia , y entonces es designado el Dr. Beato , quien acepta el desafío y trabaja desde su lugar sin desmayo para lograr el crecimiento permanente del establecimiento educativo, y con él, el de los jóvenes que allí estudiaban. - Recién cuando el Dr. Beato se retira, le sucede el Dr. Néstor Campaña, a éste la prof. Susana Locatelli, de Tres Arroyos, y luego, al año y medio, a raíz de su fallecimiento , le sigue Teresa Lo Presti, hasta hoy-
Fueron muchos los profesores que al principio, impartían clases sin cobrar un sólo peso: Ana María Peregalli, Betty M. Suizán, Elsa L. de Vaskoboinik, Ethel Fernández de Vaskoboinik, Ida Arico, María Ester S. de Pescader, Marta Thomas, Nélida Berrutti, Dr. Néstor Campaña, Omar Vaskoboinik, Rodolfo Wez y Dr. Beato. Muchos de ellos viajaban desde la zona circundante, y sólo se le ayudaba con los viáticos para los viajes, o se los llevaba en vehículos de padres, y en el caso de Wez, se le acomodaban sus horas en sólo dos días semanales, ya que viajaba ¡ desde Bahía Blanca!
Todos esos nombres, y seguramente algunos más, deben ser recordados con enorme reconocimiento, por lo narrado, y por el nivel educativo muy alto al que se llegó, que siempre fue reconocido por los establecimientos de la zona. Nivel, que, debo decirlo, se mantiene hasta el día de hoy.
Con respecto al Dr. Beato y su labor dentro del colegio, qué mejor que plasmar aquí lo que sus alumnos y algún profesor cuenta de aquella época:
"En un acto, en donde sólo había 2 profesores, apareció por primera vez la Inspectora. El Dr. Beato tuvo que preparar el discurso en un almanaque, que ocultaba en la palma de su mano, para que los demás no se dieran cuenta que lo leía. Al final todo salió bien y la Inspectora lo felicitó por la enseñanza que brindaba" (Ethel Fernández de Vascoboinik)
"En una clase de Botánica nos habían pedido que lleváramos distintos tipos de hojas, y a un compañero se le ocurrió llevar una hoja de toscano. Al terminar la hora, en el recreo, lo prendimos y lo fumamos...Como había quedado mucho olor, tuvimos que abrir todas las ventanas. Cuando llegó el Profesor Beato, estábamos todos sentados y muertos de frío, porque era invierno, y aunque sintió el olor él se hizo el desentendido y seguimos adelante con la clase. El castigo fue leve...sólo recibimos unos retos."(Irma Monforte)
"Una de las cosas que no se podía hacer, era comer en clase, pero nosotros teníamos la costumbre de llevar mandarinas y comerlas en el salón. Un día, una compañera mía, Stella Martínez, estaba comiendo una, y le pedí otra. Yo estaba sentada en primera fila, frente a la ventana y al profesor; cuando Stella tiró la mandarina yo no alcancé a agarrarla, y pegó contra la ventana y se reventó. El profesor escuchó el ruido y sintió el olor, pero no se dió cuenta de lo que había pasado...hasta que vió la mandarina reventada en la ventana!" (Irma Monforte)
"Noche de invierno. Frío. Ultima hora; materia: Historia. Profesor Dr. Adolfo Beato. Tema: Revolución Francesa. Alumno elegido: Arnaldo Emanuele.
Dijo el Dr.: a ver, Emanuele, cuénteme sobre la Revolución Francesa. El "Negro", como lo apodábamos, comenzaba:¨El pueblo agobiado por los impuestos que había decretado el Rey Luis XV decide rebelarse y toma La Bastilla donde estaban los presos políticos¨. Y punto, no se acordaba más. Por mas de cuatro clases, el Dr. Beato intentó que aprendiera algo mas, pero no lo consiguió y desistió!"( Mirta Ostiza)
Y precisamente es Mirta Ostiza quien me escribió sobre el Dr. Beato: "Cuando terminaba la jornada, saludábamos a la Bandera, y él, después de haber trabajado todo el día en su consultorio, a pesar de estar cansado, nos acompañaba, estoicamente, día tras día. Correcto, comprensivo, aunque era joven, y teniendo la responsabilidad de llevar adelante el Colegio Secundario, recién iniciado, siempre la luchó, puso todo de sí. Era rector, profesor, compañero, consejero, y aún a la distancia, como se acostumbraba entonces, amigo.
Eramos pocos, pero sabía quien se podía copiar o pedirle ayuda al compañero en los exámenes; muchas veces nos cambiaba de lugar.
Creo que tuvimos la suerte de tenerlo como Rector, siendo la mayoría de los alumnos poco mas que adolescentes porque nos enseñó mucho, principalmente a dar los primeros pasos en la vida como adultos" (Mirta Ostiza)
Cuando El Colegio Secundario Almafuerte (ISA) cumplió 25 años de vida, se organizó un acto de reconocimiento para las distintas personas que habían hecho posible la creación del mismo y su desarrollo. Y fue precisamente Mirta Ostiza quien le hizo entrega al Dr. Beato de una distinción, además de lo antedicho, por haber sido EL PRIMER RECTOR DEL ISA.
El Dr. Adolfo Beato falleció en 2007, su esposa está jubilada. Su hijo ejerce en Tres Arroyos y Capital Federal, desde hace 26 años.
Pero quiero decirle a ese hijo , que su padre , merced a su entrega para con mi pueblo, ha entrado por la puerta grande de la Historia de Copetonas.
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