Corvina negra récord Guiness del año 1971 en Balneario Reta
En el año 1971, pescaron en Balneario Reta una corvina que pesó 48,100 Kg. y aún es conservada por su dueño y que ingresó al libro
Guiness. Éste récord fue concretado por el pescador aficionado Blas Fernández, quien reside actualmente en la ciudad de Punta Alta pero que nació y vivió más de cincuenta años en Copetonas, partido de Tres Arroyos donde nació también su amor hacia este deporte.
De oficio mecánico, por gusto pescador, así se define el hombre que pescó desde la orilla la corvina negra más grande sacada en agua de mar con esa modalidad; que le llevó setenta minutos de sudor debido a la magnitud del pez más alto que su cazador con un reel Peters, nylon 0.70 Grilon Super, caña enteriza fibra de vidrio.
Guiness. Éste récord fue concretado por el pescador aficionado Blas Fernández, quien reside actualmente en la ciudad de Punta Alta pero que nació y vivió más de cincuenta años en Copetonas, partido de Tres Arroyos donde nació también su amor hacia este deporte.
De oficio mecánico, por gusto pescador, así se define el hombre que pescó desde la orilla la corvina negra más grande sacada en agua de mar con esa modalidad; que le llevó setenta minutos de sudor debido a la magnitud del pez más alto que su cazador con un reel Peters, nylon 0.70 Grilon Super, caña enteriza fibra de vidrio.
Si bien no fue pescada en alguno de los habituales concursos deportivos en los que Blas (también apodado “Zurdo” entre sus amigos y familiares) participa religiosamente en distintos lugares de la costa, dice sentirse muy gratificado. No es este el único ejemplar de gran peso que alberga en su historial, sino que varias piezas cuentan en su haber desde que empezó a pescar teniendo 28 años, incentivado por sus amigos “Soy el que más piezas ha sacado en el balneario Claromecó, con 24 piezas en una temporada”, comentó.
El oficio que eligió para vivir y sustentar a su familia compuesta por esposa, hija e hijo, es la mecánica, la cual sigue ejerciendo cada mañana. De gran vitalidad y rodeado de sus nietos no deja de hacer morisquetas para causarles la risa, además de confundirse sus nombres con cierto propósito. Su único hijo varón, también llamado Blas, lo acompaña desde muy pequeño en este deporte, a todos los concursos y viajes; es el caso de Chivilcoy donde en 1994 la Municipalidad le otorgó el honor de ser Huésped de Honor de esa ciudad, por ser “una de las glorias nacionales por su reconocida participación en el deporte argentino”
También el fútbol ocupó un lugar importante en su vida, jugó en la liga de Tres Arroyos y en la liga de Necochea, hasta que debió abandonar por un accidente en sus tobillos, dedicándose exclusivamente a la pesca de mar, que según él, es la más linda.
Su esposa Dora es quien lo ayuda a preparar los elementos para los concursos y durante la jornada sigue las clasificaciones por radio. Lo mira cuando habla y se ríe de esas anécdotas que no se cansa de oír; mientras Luna, la mascota, duerme en su regazo.
También el fútbol ocupó un lugar importante en su vida, jugó en la liga de Tres Arroyos y en la liga de Necochea, hasta que debió abandonar por un accidente en sus tobillos, dedicándose exclusivamente a la pesca de mar, que según él, es la más linda.
Su esposa Dora es quien lo ayuda a preparar los elementos para los concursos y durante la jornada sigue las clasificaciones por radio. Lo mira cuando habla y se ríe de esas anécdotas que no se cansa de oír; mientras Luna, la mascota, duerme en su regazo.
Fuente: Latinpedia ( Gracias Rodrigo!), Fotos gentileza de Darío Granato.
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