domingo, 23 de febrero de 2014

Policía copetonense y solidario..

23.02.2014 : JORGE GONZÁLEZ ESCRIBIÓ UN LIBRO REFERIDO AL SUICIDIO DE ADOLESCENTES A PARTIR DE LOS CASOS OCURRIDOS HACE ALGUNOS AÑOS EN COPETONAS Y QUE POR RECOMENDACIÓN DE UN ESPECIALISTA CUBANO EN LA TEMÁTICA FUE PUBLICADO POR UNA EDITORIAL INTERNACIONAL: LLEVA VENDIDOS MÁS DE 1000 EJEMPLARES EN EL RESTO DEL MUNDO. EL OFICIAL DE LA BONAERENSE ESTÁ ESPERANDO QUE LE OTORGUEN EL RETIRO PARA FORMAR UNA ONG QUE BRINDARÁ ASISTENCIA SOCIAL EN LOS RANCHOS
        

Escribe Juan Berretta
Con su habitual humildad y sencillez, y casi al pasar -como si fuera un simple detalle- Jorge González cuenta que su último libro, publicado en Tres Arroyos a fines de 2011, acumula más de 1000 ejemplares vendidos en el resto del mundo, principalmente en Europa. Se trata de "S.O.S, Adolescentes en Peligro", un trabajo de investigación y que cuenta con testimonios de especialistas internacionales, que aborda la temática del suicidio de adolescentes, y que surgió a partir de tres casos ocurridos hace algunos años en Copetonas, su ciudad natal.
Jorge es policía de la Bonaerense y cada día se propone ponerse al servicio de la comunidad. Y sus actos trascienden el uniforme. Es, antes que nada, un vecino solidario comprometido con la tarea de ayudar a los que menos tienen. Periódicas donaciones a familias carenciadas del barrio de los Ranchos de la Virgen de Luján, una travesía a la salteña Tartagal para entregar ropa y juguetes a las comunidades wichis, un programa radial cuya razón de ser es recaudar elementos para familias carenciadas tienen, son algunas pruebas de su vocación de servicio.
Entonces, a partir de los trágicos sucesos que conmovieron a la comunidad copetonense, este particular policía decidió comprometerse en la causa y hacer su aporte para ayudar a los mayores a entender qué les pasa a los adolescentes "en estos tiempos cada vez más complejos". Investigó y se informó, y a través de la opinión de profesionales argentinos y de otros países, y valiosos testimonios volcó en un libro "herramientas necesarias para hacerle frente a semejante crisis".
En su búsqueda por elaborar el mejor libro posible según sus posibilidades, González se contactó con el doctor Sergio Pérez Barrero, el cubano que fundó la Sección de Suicidiología de la Asociación Mundial de Psiquiatría y miembro del Grupo de la Organización Mundial de Salud (OMS) para la Prevención del Suicidio. Pérez Barrero puso todo su material a disposición de Jorge y resultó fundamental para la concreción de la obra. Antes y después. Porque además de colaborar con sus conocimientos, el psiquiatra cubano lo puso en contacto con la editorial Académica Española y recomendó su publicación en el resto del globo.
Así fue que, con semejante carta de presentación, al tresarroyense le propusieron editar su libro y ponerlo a la venta vía internet y en la cadena de editoriales y librerías que forman parte de la firma. Conclusión, desde hace poco más de un año el trabajo de Jorge tiene llegada a más de 50 países donde hay comunidades de habla hispana.
"La editorial me publicó el libro en forma gratuita, incluso me permitió hacerlo más extenso, y la versión que se vende afuera a un valor de 59 euros tiene 180 páginas, mientras que el que se comercializa acá cuenta con 103. Otra diferencia es la tapa, que decidieron cambiarla, y para eso me mandaron tres modelos para que yo eligiera", explica el policía.
A fines de 2013, Jorge recibió la primera rendición anual de su libro, ya que cobra una regalía por las ventas, y se sorprendió al comprobar que se habían comercializado más de 1000 ejemplares, principalmente en países europeos. "Fue una sorpresa y una satisfacción grande. Sobre todo porque acá, por una cuestión de costos, apenas puedo hacer tiradas de 100 ó 200 ejemplares", dice.
En estas tierras, del éxito de una tirada depende la publicación de otra camada, porque el libro en Tres Arroyos se consigue a cambio de sólo 25 pesos: "Es un precio con el que cubro los gastos, no mucho más. Incluso en la primera tirada, además de que colaboraron varias empresas y también la municipalidad, puse plata de mi bolsillo". Para Jorge lo fundamental es que el tema gane la calle, acá y en dónde sea, insiste en que "es un tema que debiera dejar de ser tabú porque cuesta vidas, el suicidio de adolescentes. Por eso hay que informarse sobre lo que indican los profesionales en la materia".
Otra linda sorpresa que le dio su tercer libro fue la invitación a disertar sobre la problemática en una convención internacional realizada a fines del año pasado en Río Gallegos. Donde se dio el gusto de conocer personalmente al doctor Pérez Barrero.
"Muchos adolescentes sienten que el lugar donde viven, que la sociedad y que todo el mundo son una porquería. Y lo más grave es que actúan de acuerdo a ese pensar y sentir. Ese vacío existencial en el que viven tratan de llenarlo con alcohol o drogas, hasta llegar al borde de un precipicio del que algunos son rescatados a tiempo y otros no. Esa no es la realidad de toda la juventud, pero sí de muchos chicos", advierte.
Retirarse para trabajar
González vive días muy especiales por estas horas. Con 57 años y 32 de servicio en la Policía Bonaerense, está esperando que le den el retiro que solicitó en octubre pasado. "Necesito que me llegue el retiro, para seguir trabajando en mi otra pasión, la ayuda social. Porque no quiero retirarme para descansar sino para seguir haciendo cosas. La seguridad, mi trabajo, me apasiona, pero creo que puedo ser más útil desde otro lado", asegura.
Y Jorge ya tiene planeado y organizado cómo seguirá su vida una vez que pueda sacarse el uniforme: formará una ONG con el objetivo de brindar ayuda y contención en el Barrio Los Ranchos de la Virgen de Luján. "Ya tengo gente comprometida y se lo que necesito y los trámites que tengo que hacer para conformar la ONG. Sólo falta que me llegue el retiro", insiste, un tanto preocupado porque se ha dilatado mucho el trámite.
La idea de la ONG surgió luego del contacto que mantuvo con una entidad solidaria de Tandil que se dedica a brindar apoyo escolar, contención, asistencia y conseguir donaciones para un barrio carenciado. Ese es el formato por el que apuesta.
En realidad, la futura ONG no sería más que una continuación del trabajo que, fundamentalmente en Los Ranchos, Jorge comenzó hace más de cinco años. Porque a través de un programa de radio ideado y conducido por él, llamado "Corazones y Manos solidarias", que se emite por Radio Comunidad Argentina -obtuvo los premios Faro de Oro y Galena-, comenzó a juntar donaciones de alimentos y elementos -todo menos dinero- para entregar a los más necesitados.
"A partir del programa, que en marzo vuelve a salir al aire, puedo llegar a paliar la necesidad primaria de algunas familias, con una bolsa de alimento y ropa. Pero hay algo más importante por hacer que es poder formar como personas a esos chicos que se crían en un ambiente de necesidades, darles una oportunidad. Y a eso apunto con la ONG", explica.
Jorge se esperanza con poder dar clases de apoyo, computación, educar, contener y mostrar que hay otra realidad. "A partir del programa de radio he conocido gente y se formó un buen grupo, con personas muy entusiasmadas en ayudar. Eso sumado a que tengo una muy buena relación con la gente de Cáritas que atiende la zona de Los Ranchos. Entonces está todo dado como para encarar algo importante", asegura.
El copetonense repite que sus dos pasiones son "la seguridad y lo social", y que "son cosas que van de la mano en estos tiempos que la inseguridad nos tiene tan preocupados a todos".
Está convencido de que tiene mucho para aportar en ambas temáticas y lo justifica por "conocer las dos partes", a partir de su desempeño como policía y su trabajo social en Los Ranchos, "metido en el barro dónde está realmente la raíz del problema".
González tiene claro que hay que continuar con la tarea de asistencia, entregando alimentos y ropa, pero también es necesario ofrecerle a los chicos algo diferente. "Además de calmar el estómago hay que mostrarles que se puede aprender, que se puede aspirar a algo mejor. Pero hay que demostrárselo. Porque esos chicos están mal, van mal y van a terminar peor. Y un plato de comida o un colchón no modifica el rumbo hacia donde van", se lamenta.
"Tengo hijos, nietos y además de que me hace bien ayudar en el terreno de lo social, realizar esa tarea servirá a la seguridad de mis seres queridos también. Y tratar además de contagiar al resto para que sea solidario. Porque esa es la forma de que esto pueda mejorar. Hay que dejar el individualismo feroz que tanto daño nos hizo y dejar de mirar para otro lado cuando alguien lo necesita", se despide Jorge.


 FUENTE: LA VOZ DEL PUEBLO

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