jueves, 17 de mayo de 2012

Notita de color:Rambosio y su caballito

Hubo una época, que los habitantes mas antiguos de Copetonas recordarán, en que el Estado cerró las exportaciones de cereales;  esto sucedió durante cuatro largos años. En una tierra tan pródiga como la de nuestro pueblo, el hecho fué complejo, ya que no había suficientes galpones para guardar las bolsas de las cosechas. Los chacareros, entonces, optaron por apilarlas, apelando al trabajo de innumerables brazos de hombres que formaban parte de las cuadrillas, sobre las tierras del ferrocarril.
Se pusieron tablones sobre el piso, que cubrían mas o menos la misma superficie de un galpón , y sobre ellos, las estibas. Bolsas de trigo o de avena, conformaban las pilas de bolsas, en  16 o 17 filas.Por las lluvias, las cubrían con chapas por arriba, y por los costados con arpilleras, a las que se denominaban tapacara.
Trigo por un lado, avena por otro. Imposible confundirlas, pues la avena, al ser liviana, era embolsada en  bolsas mas anchas. Pasaba el tiempo, y era natural que se viera por el entramado de la arpillera los brotes del cereal, asomando. Sospecho que habrá habido grandes pérdidas!
Y eran tiempos de muchos linyeras*, que se arrimaban a las estibas, en busca de reparo.
Al policía Rambosio le molestaban los linyeras, por lo tanto los echó, y éstos fueron a dar con su humanidad contra los galpones del ferrocarril, y de la cooperativa, buscando algo del reparo perdido.
Pero, porqué le molestaban los linyeras a Rambosio? Resulta que él tenía un caballito, (con ese animal hacía las recorridas), y vió la hermosa avena que se le ofrecía ante su vista: hermosa, buena, gratuita, y necesaria! entonces, despejada el área, fue por la noche, y tironeó una bolsa para llevársela, con tanto infortunio, que se le vinieron varias encima!! y para peor, cayó hacia atrás, quedando con sus brazos aprisionados en su espalda, y las bolsas encima! Por supuesto, empezó a gritar como loco, por el dolor y pidiendo ayuda . Y los primeros que acudieron a ayudarlo fueron esos linyeras que él había corrido.
Anécdota ésta, que muchos recuerdan...



* Los linyeras fueron denominados "crotos", en tiempos en que el Gobernador de nuestra provincia era precisamente el Sr. Crotto. El fue quien dió la orden de que todo aquel peregrino que necesitara comer, tenía permiso para entrar a los campos y carnear -por ejemplo, un cordero-, a condición de que dejaran el cuero colgado del alambrado. Esta medida ayudó mucho al caminante, (que los había por miles, hambrientos y sin conseguir trabajo), en una época muy triste de Argentina. Desde entonces, croto y linyera, son sinónimos.

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