Por las calles del pueblo pasó quien era por esos días la heredera del trono de Dinamarca, la Princesa Benedicta . La gran mayoría de los copetonenses salió a las calles para verla , y creo que puedo afirmar sin temor a equivocarme, que ninguno de nosotros volvió a ver una Princesa en su vida .La Soberana había llegado a Argentina para ver a las colonias danesas del país. Ya sabemos que en Copetonas y la zona hay una de las colonias dinamarquesas más importante, por lo que no podía prescindir de esa visita. Pero en rigor de verdad , su recorrido no sería caprichoso; pasaba por la calle principal del pueblo rumbo a la estancia El Destino de Bertel Skou, y luego llegaría también a la estancia La Paz de Pablo Termansen. Yo la recuerdo en una visión demasiado breve : joven, rubia, delicada, con una leve sonrisa y saludando a diestra y siniestra con suaves movimientos de su real mano.
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