viernes, 7 de septiembre de 2012

Festejos, lo bueno y lo malo.

                                SI DESDE EL DIA EN QUE ME FUI,
                                CON MI ILUSION Y CON MI CRUZ,
                                YO SE QUE TENGO EL CORAZON
                                 MIRANDO AL SUR.

Estuve estos días en Copetonas, una vez mas, para alegría de mi padre .Él está muy entusiasmado por los festejos del Centenario, que son inminentes. ( Hoy, 7 de setiembre, estamos a un mes exacto del almuerzo popular, aunque los días 6 y 8 tambien serán jornadas de fiestas y actos varios).
La tarjeta para dicho asado tiene un valor de $ 100.-; cifra muy discutida por cierto, ya que muchos consideran que, si es almuerzo popular, debería ser mas accesible en cuanto a su costo, de manera de integrar plenamente al pueblo. Además, ese valor económico, según dicen, es igual para mayores como para menores.
Otros alegan que en cualquier restaurant una comida simple sale eso.
No quiero opinar al respecto. Mi comentario es meramente informativo.
Hay mucha gente trabajando, en distintas comisiones, e inclusive, como es lógico, el Delegado del pueblo, quien en estos días puso a su gente a trabajar en la erección de un escenario, al inicio de la calle principal. No le tomé fotos porque su construcción era muy incipiente, -apenas intentaban plantar unas columnas metálicas-.
La gente que se ocupa del museo, por un lado. Los estudiantes, por otro, haciendo entrevistas y videos. La comisión Pro-Centenario, por otro lado.
El club Copetonas se estaba hermoseando, de cara a los festejos...
En fin, que hay muchas cosas para preparar, inclusive una convocatoria para elegir la Reina del Centenario.
Extraoficialmente, me hablaron de diversos puestos de exposición y ventas en la calle, justo enfrente de la casa de mi padre ¡ no va a dormir de emoción!!
El coro del pueblo está ensayando el Himno a Copetonas, y las agrupaciones folclóricas danzarán en la calle.
Se colocarán placas a  lugares emblemáticos, y se distinguirá a algunas personas.
No pude estar con Jorge Fuertes, para la palabra oficial, pero en la Delegación mas o menos me pusieron al tanto.
ME ALEGRA SOBREMANERA TODO LO QUE SE ESTÄ PREPARANDO, SABIENDO ADEMAS EL TRABAJO ENORME QUE TIENEN POR DELANTE, Y AGRADEZCO DE ANTEMANO TANTA DEDICACION.

Pero, la noche en que llegaba al pueblo, escuché a una persona hablando con otra, diciéndole que" a qué íbamos los que vivimos lejos del pueblo, si no nos interesaba." -"Para ver a los viejos conocidos, con los que no se ven desde hace 20 años?"- "Esa gente no merece estar en el asado, somos nosotros, los del pueblo, los que nos aguantamos día a día las cosas que nos pasan en él, los que nos merecemos estar". -"Y los del campo?, para que van a estar?, si no les importa nada. Hacen las compras en Tres Arroyos, y no en el almacén del pueblo..."-

Ah!, que pensamiento tan mezquino! Porque esa persona es la misma que mandará sus hijos a la ciudad a estudiar, irá a Tres Arroyos o a Bahía Blanca para una práctica médica, internará en un geriátrico de la zona a un familiar, viajará para comprarse zapatos, o la tela que necesita para ese vestido especial, o en una joyería de la ciudad comprará los anillos de casamiento, o tal vez la pulserita para su nieta...
Y será la misma persona que se alegrará cuando todos los que asistamos a los distintos festejos en el pueblo, inyectemos dinero contante y sonante en la comunidad.
Además soy testigo del Amor -permanente y con mayúscula-, que sienten por el pueblo los que se fueron o los que tuvieron padres, abuelos, etc., viviendo en él, porque se contactan conmigo desde distintos puntos del planeta, y lo manifiestan.
Algo me golpeó, pero no demasiado. Porque yo soy de los que partieron, pero sólo Dios sabe que me fui ( seguro como los otros), con mi ilusión y con mi cruz.
 Hay que sumar, señora. Sumar y sumar..., jamás restar!



No hay comentarios:

Publicar un comentario