Continuamos con el relevamiento de las manzanas del pueblo y sus vecinos, segun nos relata Ernesto Sierra, hombre memorioso si los hay...
Les reitero lo que expliqué en el post anterior, de esta saga, con respecto a su numeración: la nomenclatura fue puesta por mi, a fin de facilitar su ubicación; por ende, no tiene que ver con catastro municipal.
La manzana N° 2 está comprendida entre las calles La Rioja, Armada Argentina, Aramburu y Avda. General San Martín.
Podemos comenzar este recorrido por la calle principal, desde la estación de servicio.
La
Y.P.F. era explotada por
Carlos Heller, aunque figuraba como responsable, el Sr.
Suárez, padre de Mecha. ( mas tarde compraría
Arvid Ambrosius , y pondría al frente de la estación de servicio, al Sr.
Svendsen.
A continuación , por la vereda sobre Avda. San Martín, la familia de
Miguel Elías, (quienes anteriormente habían sido tenderos). La casa aún se conserva, hoy la utiliza la familia
Simani, que tiene panadería al lado. Pero si vamos hacia atrás en el tiempo,
Margarita Murúa tuvo restaurant en el local del frente, de cuya existencia da fe una leyenda en su vidrio, que dice" Restaurant Margarita ". Pero es imperioso que vayamos aún mas atrás, porque en la década a que hace mención Ernesto, cuando aún ese caserón era de Elías, ( o del
Turco Miguel, como le decían), la familia
Sierra abrió su tienda, en el salón del frente. Hacia atrás, la vivienda tenía -y tiene-, un corredor techado, muy común en este tipo de edificaciones. Sierra alquilaba entonces, el salón y una cocinita pegada al mismo. Pero luego venía la vivienda de la familia Elías, y además, las habitaciones que desembocaban al corredor, que doña María de Elías alquilaba a ferroviarios, creo que a
Antonio Lopresti ( cuando aún no había traído a Rosina ), y hasta vivió
Enrique Contreras en la última de las piezas, un tiempo.
A continuación,por esa vereda, aparecía una puerta con un pasillo, e internándose en él, llegábamos a la vivienda de
Jorge Varela y familia. Pero antes que Varela había tenido allí peluquería
Fío Christensen ( con el tiempo
Ferreira tuvo su librería Laifer allí ).
Después venía otro zaguán, donde moraba
Mingo Lozano.
Luego, siempre desandando la vereda, aparecía la familia
Erreguerena, y si caminábamos un poquito mas, estaba la familia
Beltrán.
Luego llegamos al galpón de
Willy Andersen.
Ya aparece , entonces, un local que se construyó para carnicería, ( donde hoy
Juan D. Hernández tiene su oficina de cereales).
Y como debemos seguir caminando, aparece la tienda, peluquería y vivienda familiar de
José Lo Presti y familia. Así, llegamos a la esquina de Avda. San Martín y La Rioja. Debemos pues, doblar por La Rioja.
Encontramos primero, a la familia de
Chichí Videla. A continuación, había un galpón , donde guardaba y arreglaba sus maquinarias agrícolas,
Tito Rodriguez, y avanzando un poco mas, una casillita donde vivía Enrique Contreras. Después, ya aparece la construcción de
Franganillo, con su negocio al frente, y vivienda hacia atrás y adentro.
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El garage de la ambulancia, que despues sufriría
sucesivas reformas. |
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Aquí vivía Chichí Videla y familiia.
Hoy convertida en Restaurant. |
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Lo que queda de la casa de José Lo Presti. |
Y vamos, envolviendo la manzana, sobre la calle Armada Argentina: Primero aparece el garage de la
ambulancia, luego viene la casa de
Strambi, le sigue la peluquería de
DÁlesio, con su vivienda familiar, ( que tenía una tranquera de alambre, alta), y llegamos a la esquina de Armada Argentina y Aramburu, donde vivía
Irurueta.
Por Aramburu, aparecía la
Casa De Luis, y, siempre por esa vereda,
Carlos Appas. A continuación, la familia
Brunand, y ya llegamos a la Y.P.F., de donde partimos.
Quiero decirles que, a pesar del esfuerzo por recordar todas las familias que había, no sería extraño que alguna quede " en el tintero", y que tal vez, lo recordemos y agreguemos mas tarde. Y esto, en todas las publicaciones de esta saga. De cualquier manera, reitero mi agradecimiento a Ernesto Sierra, y mi admiración, porque a realizado un trabajo maravilloso, que exige dedicación y entrega hacia este blog y hacia la historia de Copetonas. Los que han pasado por el pueblo lo merecen. Merecen que se los recuerde, que se les ponga nombre y apellido, que sus descendientes,- si los tienen-, vean que su paso por la vida no fue una ráfaga de viento, una mas entre tantas...
Por eso decimos...
TODOS ELLOS HICIERON COPETONAS!!!