domingo, 28 de noviembre de 2010

Notitas de color (Betolaza)

De algún lado llegó, un día cualquiera, un tal Betolaza, al que le faltaban varios tornillos. Anduvo un tiempo por las calles de Copetonas, viviendo de la caridad popular; y era generalmente en el hotel de Vacca que se le daba de comer. Nos llamaba la atención que pedía yerba muy seguido, y nos preguntábamos cómo se le gastaba tan rápido. Un día descubrimos la razón: se la comía en seco!
Llegaron los carnavales, en esos tiempos en que nuestras madres nos vestían con sus batones o enormes pantalones de hombre, nos ponían una careta, generalmente de trapo, con 3 orificios (boca y ojos), y un poco de colorete, y salíamos con voz de mascarita a dar unas vueltas por el barrio. (Naturalmente, todos nos conocían pero disimulaban).
Betolaza también salió: con un trapo en la cara, con la misma y única gastada ropa de todos los días, con sus mismos retorcidos zapatos de siempre, una gran lata cuadrada colgada del cuello y un palo. Desde lejos se oían sus gritos -OLE CACHIMBÓ, OLE MARIMBÓ !...OLE CACHIMBÓ, OLE MARIMBÓ!-y el estruendo de su improvisado tambor , que se acercaban.
Cuando llegó a la herrería de papá , le preguntó: Quien soy? . No me conoce? Mi padre por seguirle la corriente, le dijo que no lo conocía, y Betolaza le contestó, bajándose de un tirón el trapo del rostro: Ahora me va a conocer.
-Ahh!-, dijo papá, - y de que estás disfrazado?- a lo que Betolaza le contestó muy fresco, que de "Negro Congo". Y dicho esto, siguió con su rutina, a grito pelado: OLE CACHIMBÓ, OLE MARIMBÓ!...OLE CACHIMBÓ, OLE MARIMBÓ!...OLE CACHIMBÓ, OLE MARIMBÓ!..., mientras se alejaba, en la burbuja de su propio mundo.

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