sábado, 11 de diciembre de 2010

Flia.Zingales-Trujillo (ellos también hicieron Copetonas)




Belén


Ivan Bonini (empleado) y Dante, en el supermercado

Aspecto parcial del supermercado -2010

Aviso de 1987

Juan y Adela, en cataratas

Esquina del siniestro.
En primer plano, casa familiar,
mas atrás, el negocio, hoy cerrado.

Comercio quemado ( foto 2010)


Juan Zingales llegó a Copetonas a los 20 años de edad, desde Mirto (*), Italia. Había nacido el 14 de junio de 1936. Traía como oficio el de Sastre. Por ello puso primero una sastrería en el local de doña Amalia de Blanco (calle Armada Argentina, e/La Rioja y P.E. Aramburu), mucho antes de que ella pusiera allí tienda. En Copetonas estaba su destino: allí conoció a Adela Trujillo, hija de Agustín Trujillo, -aquel verdulero que yo mencioné, que pasaba casa por casa con un carrito-, y de María Bonini. Se hicieron novios y se casaron en el ´64. En 1965, el 3 de diciembre, nació Dante, el primogénito. Y la parejita se completó cuando nació María Belén, el 20 de mayo de 1974.
Juan y Adela tuvieron que trabajar mucho, para llevar adelante su hogar y labrarse el porvenir. Adela trabajaba de modista, a la par de su esposo, que , con el correr de los años empezó a sembrar y vender frutillas; creo si mal no recuerdo, que las sembraba en el terreno que después sería en el que edificaría su casa, la esquina de Independencia y Armada Argentina. La casa se fue haciendo de a poco, con mucho sacrificio, y así pudieron luego llegar a instalar un negocio de almacén, que abrió sus puertas el 17 de marzo de 1983. Empezó a funcionar bien, y pronto se amplió a Autoservicio, donde se podía encontrar de todo. Ese negocio se llamó Dan-Mar.
Ya estaban bien establecidos, cuando Juan se enferma, joven todavía, y no puede superarlo. Así, de pronto, la familia se ve privada del jefe de familia, del amado padre, y aunque han pasado varios años, es conmovedor cómo todavía sus hijos hablan del "papi"; con cuánta ternura!
Pero la vida seguía, (siempre sigue, haciendo caso omiso a los dolores de los humanos), y la familia continuó el derrotero comercial iniciado por el padre: siguieron con el autoservicio, y con mucha visión también alcanzaron otra meta, como era la de tener una propiedad en Reta.
Estaban viviendo en el balneario, y cada día volvían a nuestro pueblo para abrir su comercio, cuando la fatalidad otra vez se cruzó en su camino: durante la noche, el negocio se incendió y las llamas devoraron casi todo; el local comercial, la casa de familia que estaba pegada sufrió grandes daños, y hasta algunos perros que estaban encerrados ( porque Dante protege a muchos perros, siempre), perecieron. Hacía poco que había fallecido Juan , y ahora eso! Las pérdidas fueron incalculables, y el seguro no cubría nada, puesto que el titular ya no existía. Con lo que quedó, otra vez a comenzar! Se actualizó el seguro, la razón social giró a Supermercado El Tano, de Dante y María Belén Zingales, y se abrió el negocio en la misma propiedad, apenas un poco mas allá, siempre por calle Armada Argentina.
Un slogan les acompaña:
"Mi viejo me enseñó que la verdad es el mejor estilo.
Que la honradez es el mejor de los caminos.
Que la palabra vale mas que cualquier firma"
Y allá están, trabajando su supermercado en Copetonas, y explotando otro comercio en Reta, viviendo en éste, y viajando cada día a nuestra localidad, después de renacer mas de una vez, como el Ave Fénix, que moría envuelto en fuego por la noche y volvía a la vida por la mañana.
De mas está decir que siento admiración y cariño por esta familia.
(*)Mirto es una localidad italiana de la provincia de Messina, en la isla de Sicilia. Tiene en la actualidad 1060 hab., con una superficie de 9 km cuadrados. Su gentilicio es mirtesi.

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